¿Es cierto que el agua con gas engorda? ¿El agua con gas sube la tensión arterial? ¿El agua con gas disminuye el calcio de los huesos?
Pues la respuesta es NO a todo.
Es hora ya de creer en mitos infundados y no creer porque sí algunas cosas que se cuentan.
Existen dos tipos de aguas con gas: la natural de manantial y la fabricada artificialmente.
Ambas contienen dióxido de carbono que es lo que hace las burbujas al liberarse.
El de manantial obtiene el dióxido de carbono por medio de la temperatura (sale caliente) que actúa de catalizador para que el agua recoja este mineral del subsuelo.
El agua con gas “artificial” es un agua mineral normal al que se le ha añadido dióxido de carbono bajo presión.
En ambos casos el agua es agua y la cantidad y clase de minerales que contengan depende de su procedencia.
El agua con gas no engorda ni más ni menos que cualquier otro.
Por el contrario puede ayudar de forma efectiva a las personas que hacen una dieta de adelgazamiento ya que su efecto saciante es mucho mayor. Tomar un vaso o dos de agua con gas antes de comer ayuda a comer menos cantidad; Así mismo, beber agua con gas entre las comidas puede ayudar a no tener apetito.
También se ha dicho que aumenta la presión arterial, pero no hay ningún estudio que corrobore esa afirmación.
Por el contrario, varios estudios efectuados en varios países, llegaron a la conclusión de que no había base científica para esa creencia. El mito surgió, sin duda, porque en algunas con gas de manantial son ricas en bicarbonato. Sin embargo esta cantidad no es suficiente para que incida sobre el aumento de la tensión. Los japoneses afirmaron en un estudio hecho algunos años que este tipo de aguas bicarbonatadas podían ser beneficiosas para prevenir o mejorar la diabetes.
La Dra. Mª Pilar Vaquero en una conferencia en la Facultad de Farmacia de la UB en el año 2009 anunció que según sus estudios, el agua con gas, no solo no era perjudicial para la salud arterial sino que, además era beneficiosa para reducir el colesterol LDL (el malo) ya que su ingestión disminuye la concentración de lípidos en la sangre.
Tampoco hay evidencias de que el agua con gas, disminuya o impida la absorción del calcio en los huesos ni de que reblandezca el esmalte de los dientes. Y que habría que beber muchísima agua con gas como para que pudiera producirse un daño así, sin duda más agua del que una persona podría beber normalmente con o sin gas.
Aquí os dejo unos enlaces interesantes donde podéis ampliar más información.
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/09/150918_vert_fut_finde_mito_medico_agua_con_gas_yv