Uno de los componentes más preciados que tiene el Aloe junto con el poder anti-radicales libres, es la acción antiinflamatoria, gracias al ácido salicílico.
Éste es una “aspirina” natural. Aunque lo que conocemos como aspirina (que es una marca comercial) es, en realidad, ácido acetilsalicílico, siendo este un compuesto al que se le ha añadido un acetilo de forma química.
Esta acción antiinflamatoria actúa sobre todo el organismo. Es especialmente eficaz en las infecciones e inflamaciones intestinales. Habiéndose constatado una acción extraordinaria en las infecciones por Salmonella y Shigella, menos conocida, pero igualmente peligrosa. Ambas destrozan la barrera de la mucosa intestinal.
También es eficaz para combatir los efectos de la bradicinina. Una proteína o secuencia de aminoácidos con una acción vasodilatadora muy parecida a la histamina. Produce la hinchazón y rojez. También produce la tos seca por inflamación de la garganta y se ha identificado y se ha hecho tristemente más conocida por haber sido identificada como uno de los componentes del COVID. Se elimina gracias a la acción conjunta de tres enzimas llamadas cininasas que el Aloe Vera posee.
De la misma manera, inhibe la histamina, que es la que produce la reacción a las alergias tanto externas como externas.
Esta acción antiinflamatoria del Aloe, se consigue tanto por vía oral como vía tópica, es decir, externa, por lo cual es ideal para todo tipo de inflamaciones.
Como consecuencia de este efecto antiinflamatorio, sumado al efecto de anti-oxidación, tiene una potente acción antitumoral.
Aquí hay que ser claros. El Aloe no es una solución para todos los tumores, sino que tiene una acción de prevención y regularización del crecimiento de las células tumorales de ciertos tipos.
Aunque se habla mucho del efecto anticancerígeno y es cierto, y se han dado casos de remisión, que nadie piense que solo con el Aloe Vera se cura el cáncer. Pero, sí que es un factor que puede ser de utilidad tanto en la prevención como en la ayuda a los tratamientos médicos.
¿por qué decimos entonces que tiene esta acción antitumoral?
Porque en la producción de tumores se ha visto que hay factores que habitualmente están en los procesos. Primero la acción inflamatoria. Segundo porque se ha visto en muchos estudios que hay un producto químico que se llama el factor nuclear Kappa que generan las células. Se trata de un grupo de proteínas que contribuyen al crecimiento celular. Cuando estás se disparan aumentan el crecimiento celular anómalo y también las metástasis.
En muchos estudios se ha comprobado que estos principios activos del Aloe Vera, inhiben esta acción anómala del factor Kappa. Por desgracia, no sabemos lo suficiente ni de cómo actúan ni la inflamación ni este factor Kappa y, por lo tanto, tampoco si el Aloe va a ser capaz de reducirlo o no.
Que nadie crea que se va a curar en cáncer solo con Aloe o que, tomándolo va a evitar tenerlo. Pero, que consumir Aloe Vera regularmente puede ayudar está bastante claro.
En donde está más comprobado es en la capacidad preventiva de los melanomas o los causados por las radicaciones.
Hay un estudio en ratas albinas con melanomas que se han reducido con el Aloe, combinado con otros antioxidantes y miel. Pero, no se han hecho dichos estudios en humanos.
Doy esta información para que sepas a qué atenerte con el consumo de Aloe Vera, pero quiero dejar muy claro que es a título informativo y que cada persona debe ser consecuente y tomar sus propias decisiones.